Sucedió Una Noche

Cuando el galán en ciernes, Clark Gable, se quitó la camisa en Sucedió Una Noche, con Claudette Colbert vestida al más puro estilo Schiaparelli con sus jerseycitos de punto, su mohín de niña buena y su sombrerito, toda América vio que no llevaba camiseta interior bajo la camisa.


Las ventas cayeron en picado.

De repente los hombres de Estados Unidos, que no sólo era por ahorrar pese a estar en la Gran Depresión, se dieron cuenta de que los galanes como Gable no lo usaban. Y que aquella idea de que las mujeres fueran al cine por la ropa, a Chanel le dieron 1.000.000 de dólares por vestir a, entre otras Gloria Swanson, se podía extender a los hombres.
Naturalmente, esta no es la paradoja de la metrosexualidad. Pero, el papel masculino a veces no es tan reconocido como el femenino. Cuando a Gilda le da por ser de rojo fuego todas quieren ser rojo fuego, si Marilyn se vuelve platino, todas son platido. Cuando Audrey Hepburn vestía de Givenchy, tout le monde quería ser chic y si la Garbo reía, todos querían reir. Pero olvidamos, a menudo, a los hombre en el mundo de la moda.
JFK no llevaba sombrero. Y de repente, todos dejaron de llevarlo.
Y cuando Clark se desnudó.
Chica.
Vas a ver cómo se desviste un hombre…

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