Biothecare: Cavitación, presoterapia, belleza y sorteos

Soy un desastre en lo que a tratamientos y cuidados de belleza se refiere. No es ningún secreto, porque ya he hablado varias veces de ello, pero me cuesta mucho dedicarme tiempo y sobretodo ser constante con ello. Además, mis conocimientos sobre el tema son bastantes reducidos. Por más que leo sobre radiofrecuencia, electro estimulación, tratamientos a base de algas, con barros traídos del Mar Muerto… los nombres me bailan, todo me suena igual y la verdad es que no suelo dedicar mucha atención a estos asuntos.

Con este perfil, acepté a visitar uno de los muchos centros que Biothecare tiene repartidos por España, para informarme, conocer y ponerme al día.
Nada más llegar me contaron que el último grito en lo que a tratamientos se refiere, lo más demandado por los entendidos, era la cavitación. Vamos, el vestido Miu Miu de la temporada, para entendernos. Yo, que a veces soy un poco “donde va Vicente…” enseguida decidí que eso era lo que tenía que probar.

La lipoescultura sin cirugía lo llaman, y promete los mismos efectos que ésta. En cuántas sesiones, y con qué resultados finales ya depende de cada uno, del cuerpo, el metabolismo y el problema a tratar.

Así que, con la promesa de salir de allí más buena que el pan, a la camilla que me encaminé toda decidida. Toda decidida, hasta que empecé a ver una serie de aparatos llenos de cables que me dieron muy mal rollo. Para una auténtica miedica como yo, fueron unos minutos de tensión porque me dijeron que notaría unos pinchazos. Yo esperaba un dolor parecido al de las inyecciones, cuando empecé a notar los “pinchazos”, en realidad una leve molestia totalmente soportable.
Para complementar, terminé con 30 minutos de presoterapia, que favorece la eliminación de la grasa que se consigue con la cavitación. Vamos, que salí encantada de allí y con 1 cm menos de contorno en mis piernas que ya estoy luciendo en la playa. A la vuelta de las vacaciones, ¡repetiré! Los resultados, evidentemente no son milagrosos, pero yo con una sesión sí que noté una leve mejoría. Todo depende de cada persona, así que lo mejor es llegar con el problema y dejarse aconsejar sobre el tratamiento.