¿Por qué sudamos?

El cuerpo necesita eliminar toxinas y el sudor es una de los mecanismos de los que dispone para ello. El uso de desodorantes previene el mal olor y favorece la sensación de frescor. Afortunadamente hoy en día tenemos desodorantes y anti transpirantes para todos los gustos y podemos confiar plenamente en su eficacia.

De todos modos, no siempre se suda de la misma manera y se ha podido comprobar que distintos tipos de sudor generan diferentes emociones y reacciones.

Existe un sudor ligero, imperceptible y constante, cuya composición es de agua y sales minerales, y otro mucho más intenso, provocado por el calor y el ejercicio físico, que es cuando se eliminan toxinas.

La sudoración es una excelente válvula de escape para descargar de trabajo a los riñnes. Gracias a ella se expulsan numerosas sustancias de desecho. La cantidad de sudor que eliminamos se relaciona con la temperatura ambiente, la cantidad de agua bebida y de orina expulsada y la actividad muscular.

Tampoco podemos olvidar el sudor emocional. Es el causado por múltiples situaciones de la vida, estrés, presión laboral, una situación embarazosa, nervios. Independientemente del calor que haga o de la estación del año que estemos.

También el olor del sudor depende del tipo de alimentación, pero el ph de la piel también influye. Las pieles con un ph bajo, es decir, ácido, suelen generar un olor más fuerte que los cuerpos con olores más dulces, es decir, alcalinos.

Por otro lado si transpiramos constantemente, lo más aconsejable es averiguar su causa y tratarla. Hay que mantener una correcta higiene corporal con baños y duchas frecuentes, prestando especial atención a las zonas más conflictivas.