Felicidades cariño a ti también (Diario de una mamá blogger)

Cada año el mismo dilema. Llega el aniversario y no sé qué comprar. Intento ser original y no dejarlo pasar, porque reconozcámoslo, regalas para que te regalen. Es mi teoría aunque a veces me falle. El año pasado compré packs de “La vida es bella” (son como los smartbox) a mis padres, mis suegros, mi hermano y a dos de mis mejores amigas y nadie pilló la indirecta cuando llegó mi cumple.
Así que el último aniversario inventé el regalo para compartir y nos fuimos a hacer parapente los dos. Sí, yo tampoco sé cómo me tiré. Supongo que fue cuando me dijo: ¿tirarme en parapente? Qué chulo, pero es que yo no te he comprado nada… así que me tiré para tener algo que celebrar.
Este año ha sido más tranquilo: nos hemos ido de spa. Tener un segundo hijo en tu vida estresa: estresa mucho. Así que le dije que este año quería que me mimaran un poquito (a ver si caía algún tratamiento). Porque sí, estoy de baja maternal, ¿qué suerte verdad? ¿de qué me quejo? El trabajo no es el doble ni el triple que cuando tienes un hijo, sino que se multiplica por 1000. ¿qué dices? si la segunda se pasa todo el día durmiendo… si es un cielo, ¿de qué te quejas?
La pequeña acapara todos mis cuidados: cambio de pañal, limpia el culito: ¿cómo puede una cosa tan pequeña cag… tanto? ¿y por qué justo cuando le acababa de cambiar el pañal? Báñala, dale de comer, sácala a pasear, llévala al pediatra continuamente (¿ese punto blanco en la encía no será un diente? pero mujer que no tiene ni un mes y vuelta para casa Y mientras la mayor pregunta: ¿y conmigo quién juega? Mami… mira la que he liado (para que me hagas caso)poned vocecita de niño por favor.

Además tengo que tener impoluta la casa porque estoy todo el día metida en ella, ¿verdad?: ¿alguien sabe lo que es recoger por un lado y que te desrecojan por el otro?, es que es para volverse loca. ¿y dar de comer a las dos a la vez? sí sí, meterle la comida a una en la boca mientras tienes a la otra cogida dándole de comer y qué me decís de de intentar hacer pis meciendo el cochecito a la vez para ver si se duerme, ¿no os lo imagináis? pues visualízalo en un baño pequeño donde el cochecito no cabe y estiras el brazo todo lo que puedes porque lo has tenido que dejar fuera.
Y lo mejor: estar estupenda. Porque el primer mes la gente lo entiende, te perdonan porque estás con la cuarentena y demás, pero ¿os cuento que me querían ceder el asiento del metro, pasada la cuarentena, después de mirarme dulcemente la tripa y el vestido ancho? Perdona bonita, que estoy como de cuatro meses sí, pero si estuviera de cuatro, no me hubieras cedido el asiento. ¿No ves que todavía no me caben los tejanos y tengo que utilizar la ropa pre-mamá? Momentos como éste son conocidos como “la depresión post-parto”.
Así que este año se apiadaron de mi y me llevaron de spa y me obsequiaron con un estupendo masaje de chocolate. Aquí tenéis las pruebas.


¿Qué pensáis que las fotos las he sacado de la web? Pues aquí tenéis la prueba.


Ya estoy pensando en el regalo del año que viene.


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