Ait Boualli, Marruecos

Image and video hosting by TinyPic

Ahora sí. Tras descansar, disfrutar de muchos baños de agua caliente y de mi almohada (nunca pensé que la echaría tanto de menos) me dispongo a narraros mis peripecias por Marruecos.

Image and video hosting by TinyPic

Ha sido duro. Vivir un mes en un pueblo en la cordillera del Atlas dónde apenas llega la electricidad no es fácil, pero mirad las caras en estas fotos y decidme si no creéis que haya valido la pena.

Image and video hosting by TinyPic

Al principio se echan de menos muchas cosas, pero tras unos días ves que puedes vivir sin ellas y empiezas a considerar todo desde otro punto de vista. Tu mirada del mundo cambia y te das cuenta de lo que en realidad importa: las cosas que creías indispensables, pero que en realidad no valen nada… O descubres otras, que siempre estaban ahí, pero nunca habías valorado.

Image and video hosting by TinyPic

El primer día todo se hace cuesta arriba empezando por la comunicación. Aunque parezca mentira, a veces es difícil entender, incluso hablando el mismo idioma. No comprendes nada, preguntas y no obtienes respuesta, no sabes que quieren de ti o qué haces allí… Hasta que de repente empiezas a entender otra cultura y otra forma de ver el mundo. Y te adaptas. A partir de entonces, todo sobre ruedas.

Image and video hosting by TinyPic

El balance general es muy positivo y animo a cualquiera que se lo esté pensando a irse. Podría hablar horas y horas sobre ello y lo que hice ahí, pero tampoco procede. Sólo volver a decir que lo mejor de lo mejor, sin duda la gente, y por supuesto el proyecto que desarrollamos allí y del que todo el grupo estamos muy orgullosos 😀

Image and video hosting by TinyPic

PD. Muchos me habéis preguntado sobre quién organizó todo; yo me fui con la ONG AIPC Pandora y todo ha sido perfecto, por si os puede interesar…

Image and video hosting by TinyPic
Image and video hosting by TinyPic

Fotos: Shopaholic


Information About Article