Año nuevo, lista nueva

Ésta no es una lista de buenos propósitos para el 2013 dios me libre. No, aquí sólo planeo enumerar esos placeres absolutamente hedonistas que pienso cumplir este año que acaba de empezar. 

1. Ir más al cine: El 2013 llega cargado de películas que no me quiero perder en la gran pantalla, empezando por Gangster Squad y Hitchcock (que llegarán ambas a primeros de febrero). Apuntado queda. 

2. Leer: Los libros pendientes se me amontonan, pero para inaugurar el año tiraré de Elvira Lindo. Como buena niña de los 80 yo crecí con Manolito, así que no concibo a día 2 de enero no haber leído todavía el último capítulo de sus aventuras. 

3. Comprar menos y gastar más: Inversiones se llaman aunque haya quién no se lo termine de creer. Mi última compra del 2012 (y de la que me siento tremendamente orgullosa) fue este abrigo de Ailanto. Para toda la vida. En el 2013, más de lo mismo. No necesito renovar cada temporada, pero sí añadir nuevos (e imperecederos) básicos. 

4. Redescubrir Madrid: Hay miles de rincones intactos y otros tantos que aparecen cada día. Así que cualquier momento es bueno para ponerse andar, perderse y encontrar tesoros. En mi lista de próximas visitas ‘sí o sí’, está el Mercado de San Fernando en Lavapiés. Libros al peso o música francesa en directo son sólo algunas de sus propuestas. 

5. Disfrutar comiendo: Me apunto repetir en IO, en La Vaca Verónica y en Santo; pero también probar Punto MX, Dabbawala y Mmm_US. Así para empezar el año con energía.    

   

6. Hacer deporte: Iba a decir hacer MÁS deporte, pero para qué nos vamos a engañar, ahora mismo no hago nada. Pero esto también lo cambiaré. En las últimas semanas he probado las delicias de las máquinas de Technogym y no descarto hacerme con una para no excusarme a mí misma con el “no tengo tiempo”.  

7. Cuidarme: Este 2013 prometo dedicarme más tiempo a mí. Me he aficionado a las mascarillas, a los tratamientos y a llevar una manicura en condiciones. No puede cambiar.

8. Viajar: Y dejo para el final el mayor placer… viajar. Mientras perfilo un destino a lo grande, no me privo de planear pequeñas escapadas. Una de ellas, a Londres, espero que llegue antes de que la exposición de Valentino en Somerset House haya terminado.