Atrapa A Un Ladrón

Siempre ha sido considerada una de las obras menores de un genio. Hay que reconocer que, Atrapa A Un Ladrón es una película deliciosa para el verano o, para cuando apetecen, desesperadamente, vacaciones. Entre arenas de Capri, Costa Azul, hombres con camiseta marinera y moreno tostado al sol y Grace Kelly en descapotable años 50s corriendo por una de las curvas que, más tarde, la arrebataría la vida es algo recomendable de ver. Capri es Niza pero, con trama policial.

Grace Kellyqué importa el nombre del personaje– es Grace Kelly. Rubia, cándida, delicada, sofisticada, caprichosa y dulce. Con ese punto cruel y de sexo, más sugerido que esplícito, que suele conquistar a los espectadores. En bermudas, con vestido de vuelo, con pañuelo de seda al cuello y vestida de femme fatale, consentida.

Chico malo reformado en chico bueno pero con un toque irónico y con algo de malicia, ¿? -Sigh- (Se me dan mejor las mujeres sin comparación alguna) conquista a chica buena y dulce y rica que quiere divertirse un poco entre tanto arrugar el entrecejo dilucidando si me queda mejor el azul o el dorado y si vale con un poco de carmín rojo o es mejor el fresa.

Sea como fuere. Él es él y ella es ella y, pasa lo que –normalmente- suele pasar. Y, sobre todo, cuando tras un fundido en negro avanzas a gran velocidad y tienes la Costa Azul, las vacaciones y a Cary Grant o a Grace Kelly al lado.

Que tú podrás ser una niña bien pero los hombres también lloran. Y, una conversación intransigente pasa a la historia como un momento de sexualidad nada reprimida pero sí elegante. ¿Muslo o pechuga?

Y hay veces que uno tiene que cerrar los ojos y dejarse llevar.

A Grace Kelly, en la vida real y pre-Princesa de Mónaco y pre-Gracia, le gustaba mantener relaciones sentimentales o no tan sentimentales con hombres casados. A la doncella rubia de heráldica intachable y reputación algo más atormentada que cae en las manos del made(re)ro ladrón de Capri, también le atraen los hombres con problemas. Y las relaciones tormentosas.

Atrapa A Un Ladrón es una apuesta poco arriesgada. Champagane, jardines, vestidos en voile y seda rosa, trajes de noche de satén y de lamé y joyas. Cary Grant encantador y Grace decididamente hermosa. Verano y calor, brisa húmeda, fiestas nocturnas y mansiones.

¿Y porqué no?

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