Caprichos

Oscaw Wilde decía que los caprichos eran la forma más importante de deseo y que duran mucho más de lo que uno podría esperarse. Un ejemplo podría ser Ana Bolena con Enrique VIII que es además un ejemplo de que el capricho suele acabar mal cuando se logra porque, vuelvo a Wilde, lo cierto es que hay dos males en la vida, tener lo que se quiere y no tenerlo y el primero es el mayor de ambos. No obstante, no todos los caprichos tienen que ver con hombres. Algunos tienen que ver con mujeres, especialmente si pensamos que la Iglesia Católica consideraba que el capricho estaba a merced de la mujer especialmente, porque fue Eva la que comió la manzana primero. Un gran ejemplo de capricho es Escarlata O Hara con Ashley Wilkes. Otro gran ejemplo sin duda es Holly Golightly. Actualmente podría citar buena parte del trabajo de Galliano, de Valentino, de McQueen y de Tiffanys como grandes caprichos para mí, eso sí, al menos por un tiempo porque los caprichos son efímeros, son…. volátiles y a veces pueden ser destructivos pero, oigan, la vida está hecha de pequeñas cosas.

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