Cool & Chic

Uno. Dos. Tres. Y esto sigue siendo un blog de Moda para gente a la que no le gusta la moda pero en su versión 3.0 ó, al menos, en su tercer aniversario. O para la que le gusta. Con sus claves y sus desvaríos. Y con sus sueños, porque la moda es sueño.


Trata sobre algunos ejes fundamentales, amén de las divagaciones y la frivolidad. Mujeres, sociología, tendencias, modernidad y belleza. Pero, ¿por qué? La verdad, no lo sé muy bien. Se trata de sacar la esencia oculta de las cosas pero sin revelar la fórmula mágica. Se trata de descubrir sin resolver, de amar sin consumir. Y, al mismo tiempo, consumiendo. Porque consumir es nuestra forma de vivir en el mundo. El consumir es nuestro lenguaje y, nosotros, somos consumo.


La sociología vino inmediatamente después. Al fin y al cabo, nosotros somos los que sí existimos y, nos merecemos un análisis –por muy cruel que sea– de nuestra humanidad. Pues los ángeles son fieramente humanos… Pasaron las niñas, las jóvenes, las señoritas, las señoras, las queridas, las putas, las amigas, las amantes, las niñas bien y casi todos los tipos de mujeres, además de las otras que no son nadie. Que son demasiada gente.


Luego llegaron las mujeres. Las de verdad y las de mentira. Las que eran todo carne trémula, las que eran sueño erótico, las que eran pesadilla. Las que sufrían, sentían, amaban y padecían. Las que se reían y no tenían pánico de la luz. Y las que lo tenían.De su reflejo en el espejo. De ser ellas mismas. De no serlo. Esas hijas de los hombres, hijas de los dioses, madres del mundo. Esas que no sabían si perdían o si ganaban. Si existían


Luego la contextualización. Su aquí y ahora. Porque somos hijos de unos genios, de unos engendros, del mismo tiempo. Porque, al fin y al cabo, lo único que no puedes no ser es, moderno. Aunque digas que las cosas cambian y lo hagan, o no. Por mucho que nos preguntemos porqué o, no lo hagamos. Porque hay ángeles que son azules y personas salvajes de corazón. Aunque haya cosas que no nos gusten, aunque no seamos nada y nos creamos algo. Porque nosotros existimos. Aunque prefiramos existir soñando.


Y, luego la fe. Aunque no estemos seguros de cuál es nuestro credo y, cuál será el nuestro mañana. Ni siquiera si no vivimos en una cruel adicción y en una carrera en la que la meta es el final. Y el final es la muerte. Y la muerte es la perdición. Dulce o cruel. Aunque sea a golpe de tarjeta de crédito o de sensibilidad. Y lo hagamos sin saber si queda algo o si no queda nada. Aunque luego venga el demonio.


Siempre cabrá preguntarse si “¿alguno de ellos entendió las más altas aspiraciones del ser humano?” y, luego en qué dirección vamos. Porque adelante es atrás y arriba es abajo. Y dentro es fuera aunque no sepamos que estamos en una caverna. Porque todo es tan relativo… que asusta. Y, al final, uno no puede constatar ni qué es belleza y, a veces, creo que sólo es posible con los ojos cerrados. Como tantas otras cosas


Y, al final, este blog que nació sin sentido, se creó sin sentido y creció sin sentido encierra una espiral de cosas que me interesan, cosas que no me interesan y cosas que me fascinan. Como la vida. Cosas sin sentido, que nos emocionan, que no tienen porqué, que son meras motivaciones. Que uno no sabe porqué las hace. Pero las hace. Quizás para soñar que la muerte no tiene la última palabra.


Information About Article