El estilo de Sexo en Nueva York: Carrie Bradshaw

Este fin de semana se estrena la segunda parte de Sexo en Nueva York, y la mejor celebración es que podemos hacer desde el blog es ¡repasando los looks de la mítica serie!.
La película no valdrá nada, como la primera, pero aunque sea por los modelitos, merece la pena verla. Con la crisis, se supone que se iban a moderar un poco con el vestuario, pero por lo visto hasta ahora, nada más lejos de la realidad. La exuberancia de la vestimenta de las chicas en su exótico viaje al desierto (todo un derroche de caftanes de colores, turbantes y de joyería a lo grande), así lo demuestra.
Y me alegro, porque, la verdad, para vestir de Zara todos los días, ya tengo mi armario. Nadie se cree que una columnista pueda ganar tanto como para gastarse todo eso en ropa, pero la ficción está hecha para evadirse de la realidad, para divertirnos y para soñar un poco.

¿Es demasiado frívolo? Puede, pero no más que que se gasten 50 millones de euros por un futbolista, 14 millones de dólares por una obra de arte consistente en un tiburón metido en una cuba de formol, que la gran protagonista de la televisión actual sea una tía inculta, malhablada y maleducada cuyo mayor éxito en la vida consiste en haberse quedado preñada de un torero y haberse hecho la cirujía estética para arreglar los estragos que la droga ha causado en su cara, y no más que los telediarios que consisten en preguntar a la gente de la calle qué es lo que opina o conocer cuál es el suceso más escabroso que ha ocurrido hoy en el mundo.

En fin, volviendo a Carrie Bradshaw, me quedo con su manera estrafalaria de vestir, con sus mezclas imposibles, con sus modelitos más coloridos y atrevidos, con los complementos más llamativos y con sus cambios de peinado. Sólo le pueden quedar bien a ella, pero ha habido miles de looks que nos han servido de inspiración durante los años que duró la serie e incluso después. El look Sexo en Nueva York puso de moda las mezclas entre ropa carísima con vestidos de 5 euros, y prendas recién sacadas del rastrillo. Los hallazgos de Patricia Field en las tiendas vintage son increíbles.

En la serie también se ve la evolución de la manera de vestirse, de unos minimalistas años 90 (si no recuerdo, mal, en el cartel promocional de la primera temporada, todas aparecían con sencillos vestidos negros) a looks mucho más alegres y espectaculares.


En la próxima entrega repasaré el estilo de sus compañeras en la serie.


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