Intimidad

Vestimos para los demás.
Por eso en la intimidad del hogar es donde más se nos comoce.
Las que quieren ser damas llevan chinelas y batas de seda; las cosmopolitas blusones japoneses; las chicas de hoy llevan pantalón gris y camiseta blanca de Calvin y Klein y las mujeres fatales un salto de cama o una bata de seda sin nada.
Las princesas de verdad se quitan la corona y usan ropa de verdad -pijama y no camisón- que es la aspiración de toda princesa.
Las románticas y las niñas tapizan sus sueños de rosa.
Y las prácticas usan su ropa favorita, gastada y roída y… vivida.
Y… las mujeres de verdad, vestidos de plumas con pasos de baile.
¿O eso son las de mentira?

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