La Moda No Trata De La Belleza Interior

A veces creo que se ríen de mí y otras pienso que yo me río de ellos. Cuando Alber Elbaz sacó a la palestra -como quien dice- su colección de primavera verano 2011 había poco verano y mucho desierto, había pocas ladys de 12 a 5 y mucha batalla, había poca propiedad y mucho exilio y sobre todo, había un ansia de hogar, de ropa cómoda, de pliegues a deslizarse al viento, de agua en el oasis del desierto y de historias del monte Horeb, el Moria y todo aquello antiguo que cuesta tanto y vale tanto -o tan poco- a los ojos de cada uno.
Si fuera rencorosa o algo así, ahora diría “llevaba razón” y todo eso de “do it and got the t shirt” pero realmente prefiero permanecer silenciosamente prudente. Más allá de la belleza o el expresionismo de la lucha entre dos guantes de seda, en una cosmogonía aséptica por el lujo y el hedonismo, pensemos, pensemos un momento, un instante, en dónde quedó el desierto y la guerra de los ideales…
Sí,  hay mucha guerra en esta colección. Se nota en la violencia, en el ambiente, en la tensión, en la resignación, en la misericordia y en los viejos rivales cananeos que esperan al otro lado de la puerta. Pero todo eso quedó sellado para nosotros. Hemos cambiado. Atrás quedaron las gestas heroicas, las batallas que tiñeron de rojo Egipto, las persecuciones de Seti, la zarza ardiente y el Mar abriéndose en dos. Atrás quedó el Arca de la Alianza, el carnero de oro y la tierra prometida de Canaán.
En vez de ideales, la comercialidad manda, y un taconazo cuenta más que el honor. A Elbaz le han “echado” de su tierra de nuevo, una cortina de humo sobre su tema, muy novedoso por cierto, y aquí paz y después gloria. Quizás sea verdad eso de que aquellos que fuimos en Israel no somos aquí, o quizás no y sigamos siendo los mismos. No sabemos nada pero tenemos algunos a priori. Hay guerra, hay lucha, hay muerte y odio y poder y libertad, ¿y por qué no iban a ser ellas Caín y Abel? No sé si yo me río de ellos, o si ellos se ríen de mí. Pero esto, yo ya lo dije, es la guerra. 

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