"Lamento No Haber Creado El Vaquero" Y las Segundas Partes

La Alta Costura de 2006, invierno. Lagerfeld escandalizó -un poco- y gustó -otro tanto- en una de sus mejores colecciones -para mí, muy arriba entre las tres primeras- y luego las cosas que sacó en pasarela se vieron por todas partes. La Wintour pre Carine post cháchara del Diablo Viste de Prada y todo aquello, estuvo muy emocionada con la colección y de hecho se paseó con ella por todos los sitios, con un montón de piel y sus collares de cuentas. Las estrellas en auge llevaron muchos vestidos de los que Lagerfeld diseñó y pasado toda la jarana inicial fue una colección muy aplaudida.

Para mí la mejor de estos tiempos en Chanel. Siempre que la veo pienso aquello de Yves, “lamento no haber inventado el vaquero” y me acuerdo de Lagerfeld. Lagerfeld-Yves vidas paralelas. En esta colección Lagerfeld no hizo nada que no supiera hacer de antemano, rejuveneció un Chanel metido en la mrotaja, encumbró a la Schiffer y empezó a fotografiarlo todo, remobió plumas, sombreros, cadenas, perlas y 2.55 como un combinado y se sacó una casa exitosa de la manga, de la más alta calidad e insiginia de Francia.
Y Lagerfeld demostró no sólo que el vaquero puede ser elegante -eso no es ninguna sorpresa sin embargo, veo todos los días magníficos ejemplos no solo de la versatilidad del vaquero, de lo chic que puede ser (y también de lo espantoso claro)- sino que podía ser lujoso más allá de añadir como llevaba haciendo Roberto Cavalli ya unos cuantos años. Los cortes de la colección eran perfectos, los accesorios, en los que Lagerfeld suele desmadrarse y proponer o bolsos-cubito de hielo (!guays!) o zapatos-pistola-condicional (ugh), virgencitas con la cabeza llena de papel o novios metálicos y con cabeza de león, eran sobrios y exquisitos, las horquillas de perlas eran deliciosas, los zapatos repujados y dorados, soberbios, los mitones, divinos.

De hecho, tras esta colección Lagerfeld se volvió a interesar por el vaquero y por el aspecto más ¿juvenil? -no lo se, yo no diría que esta colección es joven, diría que es buena.- del asunto. De repente, la América que gustaba y sorprendía a Chanel a él también le conquistó: el bonito y verde dolar, los Kennedy, el pre Obamismo ¿?, el monte Tamalpais, los tacos, Nevada, Las Vegas, Bob Mackey, Marilym, Lindsay Lohan alcóholica, drogada, conduciendo borracha y yendo a fiestas con su pulsera de la condicional en el tobillo fue su inspiración. Todo era vaquero y todo olía  muy nuevo, a aspiraciones y a, sí, un poco de vulgaridad made in nuevos ricos.

En su última temporada de HC, 2011 primavera verano, Lagerfeld vuelve a sacar el vaquero -versión 3.0 ya- porque esta vez ni siquiera tiene mucha gracia, aquella de Lindsay, las modelos jugando al tenis y todo tenía su risa, su chiste, su … sonrojo pero su !oh! que al fin y al cabo está bien que nos den una sacudida de vez en cuando para que no nos desmayemos de autocomplacencia… pero esta, esta temporada, bueno, Lagerfeld se vuelve un tanto light: princesas descafeinadas, vaqueritos bajo las cosas porque una al fin y al cabo es una pijina que compra Telva y que ve a Preysler-señora Paloma Cuevas !qué poco duró vendiendo bombones que engordan, ella que se saca los niños de una col! -Judit Mascó -delgadita porque come Donuts light y sueños -o pesadillas- rosa pastel.
Atrás quedó esta maravilla.
Pero bueno, siempre podemos volver al pasado, que con su pátina de polvo siempre gusta. Aunque, este pasado, me parece tan interesante, que no tan nuevo, que es digno de señalar. En este desfile, también estuvo Stella Tennant que por cierto ha vuelto este año con Chanel al pret a porter en su pasada colección, desfiló con Ford en Nueva York -con grandes críticas, por cierto- y está en la campaña de Zara de esta primavera. Marina Pérez también se paseó por este desfile, Freja aún tenía el pelo largo y por cierto, el que la sacó de su ostracismo danés fue Lagerfeld en aquella campaña blanca, dorada, aséptica por la que muchas se pegaban. Y a Irina Lazarenau, por entonces, ami-enemiga de Moss le dio alas para que abriese el desfile, sacase un modelo al medio y lo cerrase vestidita de novia modelo de rockero en los 80s que se casa en las Vegas pero de blanco. Ay qué tiempos absurdos fueron y cómo nos gustaron…

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