Los vaqueros como prenda básica

El vaquero es el protagonista de esta temporada. La clave es elegir el indicado para cada cuerpo y llevarlo puesto con glamour. Hay algunas claves para esto: es más sexy si va ceñido al cuerpo, resulta más audaz cuando el tejido está roto e imita al deshilachado. Puede ser usado tanto de noche como de día. Si la cita es nocturna nada mejor que completarlo con una camiseta negra americana y zapatos. Si es de día, mejor con sandalias.

En materia de vaqueros hay miles de modelos con diferentes colores, telas, estilos, y cortes. Cualquier mujer puede encontrar un jeans que le quede cómodo y con el que luzca fantástica. La tendencia que hay en el mercado, con respecto a los colores incluye una amplia variedad, que va desde el clásico oscuro hasta el más lavado. El vaquero oscuro y el grisáceo son algunos de los más elegidos para la noche.

También son muy chic los vaqueros de efecto degradé, los manchados y los lavados, que a veces traen en la tela agujeros, dibujos, roturas o frunces. Este tipo de vaqueros le dan a la mujer una apariencia de un espíritu rebelde y adolescente.

Otra de las distinciones que tienen los jeans es el corte. Algunas mujeres prefieren los de tiro bajo (low-rise) porque son la opción perfecta para exhibir un abdomen femenino. También hay de tiro ultra bajo, que caen muy debajo de la cintura, son para mujeres osadas y dispuestas a mostrar un poco más.

No hay que olvidarse del vaquero de botamanga abierta (Oxford), los clásicos anchos de los setenta, que son sueltos a lo largo de la pierna y anchos por encima de los pies. Al igual que los Oxford hay unos parecidos que son los anchos y acampanados que quedan sueltos a partir de la rodilla y a lo largo de la pierna.

La mejor forma de llevar cualquier tipo de vaquero es con actitud y teniendo en cuenta la ocasión; no importa el color ni el corte sino que quede bien, pero hay un detalle más importante y es la elección de la prenda que va a ir por encima, o cuáles son los accesorios que lo van a acompañar.

Una camisa blanca con un cinturón ancho es un básico para acompañar a un jeans apretado, junto con unas buenas botas que queden arrugadas hasta el tobillo. En cambio para los anchos, no hay mejor look que una prenda pegada al cuerpo.