Pues ya no te ajunto

Esta temporada de desfiles necesitaba algo que le diera vidilla, más allá de un pequeño baile de sillas y un rumor -bastante emocionante, por cierto- que toma fuerza cada día, así que Hedi Slimane, como experto que es en este menester, se ha puesto a ello: el niño mimado ha vuelto a enfadarse (que tiemble el ecosistema fashion). Pero esta vez, su ira no ha caído en ninguna periodista, esta vez la vela negra se la ha llevado uno de sus clientes.
El diseñador ha roto -nada más y nada menos- la relación de 15 años con una tiendecita de barrio cualquiera llamada Colette. Casi nada. Pero, si aquí no es posible que haya crítica negativa, ¿qué ha podido enfadar tanto a Hedi? Pues esta divertida camiseta que a él parece no hacerle ni pizca de gracia: “No hay Saint Laurent sin Yves”. 
Camiseta Ain't Laurent without Yves
La camiseta de la discordia, ¿falsificación o guiño divertido? (aquí o aquí). 
Sarah Andelman, hija del fundador de la mítica tienda parisina y directora de compras, se queja hoy en WWD de que se le retiró la invitación al desfile de ayer (este es el castigo preferido de Hedi para sus enemigos) junto con la cancelación de la venta (estimada en algo más de 200.000 euros) de la colección primavera-verano 2014 de Saint Laurent a Colette: “Por ofrecer falsificaciones que dañan seriamente la imagen de YSL”. Además, han tenido que retirar la revista Document cuya portada con Joe Goode fue fotografiada por el francés.
Lo que se dice, mordiendo la mano que te da comer porque Colette había triplicado sus compras a Saint Laurent desde que el diseñador llegara a la casa. Aunque tampoco se puede decir que YSL fuese una firma nueva entre las perchas de la concept store, se llevaba vendiendo desde 1998 (desde entonces habían comprado productos por casi tres millones de euros). 
Saint Laurent primavera-verano 2014
Así que Hedi Slimane, mientras se piensa dos veces si seguir repartiendo justicia entre otros multimarca como Selfridges, Luisa Via Roma o Browns, que también vendieron la camiseta, se ha encargado de presentar nueva colección. Y si sus compradores están temiendo que les retire el saludo, el que debe estar frotándose las manos es Amancio Ortega, porque con esto le ha solucionado prácticamente toda la primavera para Trafaluc (que no Zara); mientras que Decarnin se estará revolviendo en su tumba donde quiera que esté. 
   

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