Silueta


Contonearse. Este vestido me trae a la mente la silueta primitiva y al mismo tiempo femenina de esas que ya casi no se ven. El obligado tambaleo al que obligan los tacones. El puente exageradamente curvado, el pecho volcado hacia delante, la garganta sedienta de deseo y los ojos, los ojos astutos, seductores, dispuestos a tergiversar la realidad.
Para Poiret el vestidito negro era una cosa de telegrafistas ordinarias y mal alimentadas que creó Chanel en un ataque de furia contra sus orígenes. Para la moda, el vestidito negro se ha convertido en algo más que un icono o una tendencia, se ha convertido en su sello de identidad.
Con el tiempo uno piensa en que tan mal alimentadas pero no tan mal pagadas. Al menos, viendo los precios…

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