Sobre una tienda de cuento y unas lentes mágicas

En pleno centro de Madrid, en el número 70 de la calle Hortaleza, se encuentra una de las mejores ópticas de la capital –por no decir la mejor: Óptica Toscana un rincón donde encontrar cientos de gafas diferentes con algo especial.

El local en el que se sitúa era una antigua tienda de semillas (sí, vendían única y exclusivamente semillas) y han mantenido la estética y gran parte del mobiliario original.

Los antiguos cajones en los que se guardaban los granos son ahora cofres del tesoro llenos de gafas.

El caso es que, además de modelos increíbles y rincones sorprendentes, en esta óptica he descubierto unas lentes mágicas (por lo menos a mis dioptrías se lo parecen).

Se llaman Transitions y son lo más chachi que he visto en mucho tiempo (sí, he dicho chachi). Son lentes aparentemente normales, transparentes, que se vuelven oscuras cuando se sale el sol.

Cuando era pequeña (veis, como me gradúo en la universidad ya me considero mayor -ja- y puedo hablar del “cuando era pequeña”) había un niño en mi clase que llevaba una cosa parecida, pero sus gafas nunca eran completamente transparentes (feo, feo). Lo que me gusta de las Transitions es que sí, que cuando no hace sol son como unas gafas normales, y las que las utilizáis me entenderéis… es un rollo tener miles de gafas de sol y tener que estar cambiando de sol a no sol al entrar y salir de los sitios -y eso suponiendo que te gradúes las gafas de sol… vamos, un estorbo.

Con Nieves Álvarez -que es la imagen de Transitions– nos probamos prácticamente todos los modelos de la tienda (santa paciencia la que tuvieron los dependientes con nosotras).