Todo gira en torno a 1960

La estética de finales de los años 50, principios de los 60, ha vuelto este invierno de la mano de firmas como Prada o Louis Vuitton (nada nuevo, no paramos de verlo por todas partes) El ladylike de mediados de siglo (pasado) es una tendencia irrefutable que se ha traducido en la calle sobretodo en faldas a la rodilla con más o menos vuelo, zapatos de punta y kitten heels, guantes, bolsos tipo carteras…
Pero aunque se popularizó y se extendió marcando la estética de toda una década, la silueta corola fue catapultada a la fama un poco antes por Christian Dior, en 1947, después de terminar la II Guerra Mundial. Como siempre ocurre en moda, esta nueva revolución fue fruto de la época y de la sociedad. Habían sido muchos los años de privaciones hasta que el 12 de febrero de 1947, último día del calendario de desfiles de Paris para esa próxima primavera, se presentó el New Look (como lo definiría después en Harper´s Bazaar Carmel Snow)
Durante la guerra, los tejidos eran necesarios para el frente: las lanas para calentar a los soldados mientras que las sedas eran empleadas para fabricar paracaídas; el racionamiento llegó hasta tal punto que muchos de los trajes de los años 40 tenían sólo el cuerpo fabricado en lana; las mangas (que no necesitan proteger tanto del frío) estaban hechas con otras telas más ligeras y económicas.
Por ello, tras años de racionamiento y de vestidos caracterizados por la reducción en la tela, 1947 era el año perfecto para que Dior propusiera su famoso traje en el que se hacía alarde de un derroche de tela, ¡la guerra había terminado! Tal fue el éxito del modelo, que Dior estuvo presentándolo durante los siete años siguientes y no es hasta 1954 en que vuelve a sorprender con una nueva silueta, esta vez la línea H.
¿Os imagináis hoy en día a un diseñador planteando lo mismo una y otra vez durante siete años?
Pero entonces no era como ahora. Actualmente a los pocos minutos de presentar una colección se disponen fotos y a los dos días los modelos pueden encontrarse en las grandes cadenas a lo largo y ancho de todo el mundo. Entonces las cosas eran mucho más lentas y la silueta tardó en extenderse, el propio Dior tuvo que realizar un viaje de promoción por EE.UU. para que toda la estrategia de comunicación surtiera efecto y la nueva silueta se extendiera. Pero desde luego que lo hizo, con tanto éxito que sus famosas faldas de vuelo seguían siendo “tendencia” al comenzar la década de 1960.

1960


Information About Article