Alexander Wang

Alexander Wang

Hoy vengo a hablar de Alexander Wang. Sí, pero antes de entrar en el tema me gustaría puntualizar algo: no me gustan nada de nada sus colecciones. Su concepto del diseño es prácticamente inexistente. Temporada tras temporada se limita a preparar desfiles que lo único que aportan son estilismos de prendas aburridas y monótonas: camisetas y medias rotas, pantalones de chándal, shorts vaqueros… vamos, lo mismo que puede encontrarse en cualquier tienda low-cost del planeta.
Entonces, si es tan horrible, ¿por qué le dedico un post?… Buena pregunta.
Pues resulta que este hombre pequeñito (por lo menos de tamaño) diseñar no diseña, pero en cambio hace otras cosas muy bien, y eso hay que reconocérselo.

Alexander Wang

¿El qué? Para empezar con sólo 25 años ha creado una empresa que alcanza ya el valor de 25 millones de dólares (¡guau!) Cuando escuché la cifra, me paré a pensar que quizá el muchacho tenía su mérito; vamos que hay algo que está funcionando muy bien. Él mismo afirma sin vergüenza ni rubor que no diseña, que se limita a vender un estilo, y ahí está la clave de su éxito. Ha sabido captar como pocos las necesidades del momento y se ha limitado a ofrecer lo que la gente está demandando: un estilo urbano, deportivo, y desenfadado. Lo único que le interesa es vestir a las mujeres (o jóvenes, porque tampoco creo que tenga a muchas mujeres maduras entres sus clientas) en su día a día. Defiende que “la ropa es sólo ropa, y al final del día la clave reside en vender el producto”. Y hasta aquí quería yo llegar.

Alexander Wang

Muchas veces se nos olvida que el fin último de todo esto es vender. Vale, dicho así puede que suene un poco duro, pero es la pura realidad. Por mucho que nos gusten las creaciones de Lacroix (que nos encantan) si no se vende se acabó. Wang esto lo tiene muy claro, y no se corta en afirmar que se encarga de revisar personalmente la parte financiera de su empresa; es un buen ejemplo de que con una adecuada estrategia de marketing y sin olvidarse de los números, se puede llegar casi a cualquier parte, y él lo ha hecho con una marca que propone todo un estilo de vida (bueno, y con el beneplácito del team Vogue, Wintour a la cabeza, que también ayuda…)
La ecuación perfecta del american lifestyle, mucho de juventud, visión de negocio y algo de talento, ¡y listo!


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