Ego-cat

Ya está, me he tenido que rendir otra vez a los deseos de Lulú (aka la reina de mi casa). Aunque a mí no me gusten especialmente las fotos, hoy traigo reportaje de las dos, porque a ella le encantan y se puso muy pesadita con el tema (es que es una diva en toda la extensión de la palabra). 
Lulú
Pero empiezo por el principio: Lulú es mi gata que, a punto de cumplir tres años, me dice que ya está bien, que quiere salir en el blog. Yo le he intentado explicar que ella es más perfil de Instagram, la red que se creó única y exclusivamente para hacer fotos a gatos (y que nadie me diga lo contrario), pero no hay manera. Ha sacado su ego-cat y quiere aparecer en el blog. 
Y yo no soy quién para quitarle la ilusión, que además cuando se enfada se pone insoportable. 
Lulú
Así que aquí está, presentada (como se merece) en sociedad tres años después de que llegara medio muerta de hambre al jardín de Araceli. La que fuera gatita abandonada (gentuza hay en todas partes) enseguida se acostumbró a la buena vida. Ahora es un pelín cursi (se llama Lulú, ¿qué podíamos esperar?) y se pasa el día contoneándose –véanse las fotos- con su collar de strass, de gata de bien. 
Lulú
Y yo aprovecho nuestro reportaje para animar a adoptar (siempre mejor que comprar) gatos, perros o cualquier animal que te espere panza arriba al llegar a casa, dispuesto a recibir su ración de mimos. Porque es una sonrisa asegurada cada día y eso no se paga con dinero. 
Lulú
Por cierto, las preciosas fotos son obra de Natalia, y posibles gracias a Animalvitae red social en construcción para amantes de los animales. Herramientas y asesoramiento de profesionales para asegurar el bienestar de las mascotas y el apoyo en el día a día. 
Lulú

Lulú

Lulú

Lulú
Fotos: Lovelynat
¿Quién tiene una historia con su animal de compañía?
  

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