Por qué casarse después de los 40

La verdadera pregunta es: ¿por qué no hacerlo? ¿Por qué una mujer no puede elegir casarse en la plenitud de su vida? En los últimos años se ha vivido un importante aumento del número de parejas que deciden contraer matrimonio después de los 40 años de edad. La sociedad ha evolucionado; los cambios en los hábitos sociales (factores culturales, económicos, psicológicos, etc.) han propiciado un aumento entre los matrimonios de los mayores de 40 años, e incluso de 60.

Y es que muchas veces caemos en el error de infravalorar esta edad. En los medios de comunicación solemos escuchar frases como: “está estupenda a pesar de haber cumplido los 40” o leemos artículos en las revistas femeninas con titulares similares a: “Cómo aparentar menos de 40”. Asociar la cuarentena a la vejez es algo anticuado y absurdo, una costumbre que hay que dejar atrás.

Se dice que las mujeres nunca olvidan su deseo de pasar por el altar, y que pasados los 40, tienen muchas menos probabilidades de conseguirlo que los hombres. Esto no tiene por qué ser así; son muchos los varones de esa edad que ansian lo mismo. Las mujeres no lo tienen ni más ni menos difícil que ellos, al contrario de lo que se suele decir. El sexo no es determinante a la hora de querer iniciar un matrimonio, y la edad, por supuesto, tampoco lo es.

Lo cierto es que es el dato que menos importa en este caso. La ilusión de dos personas que celebran su boda a la edad de 40, 50 o 60 años, puede ser exactamente la misma que la de cualquier pareja veinteañera. Lo que realmente debe contar es el proyecto de vida común en el matrimonio; nunca es demasiado tarde para disfrutar de ello.