Vestidos de boda para embarazadas

Una de las mayores faenas que nos pueden hacer en esta vida es invitarnos a una boda estando embarazadas. Si ya resulta complicado en nuestro estado normal: busca vestido, bolso y zapatos a juego, tocado, joyería adecuada al vestido, que si el protocolo, etc., imaginaros cuando además no te ves bien con casi nada por la tripa y sabes a ciencia cierta que no vas a reutilizar el vestido.

Aquí sí que evitaría a toda costa las tiendas de embarazadas. Si puedes encontrar algo que te valga en una tienda normal, al menos existe la posibilidad que puedas volver a utilizar el vestido en alguna ocasión.

Al principio del embarazo podemos optar por vestidos un poco holgados.

Según la cosa va creciendo, lo mejor son los vestidos de corte imperio largos, para evitar el efecto corto por delante-largo por detrás.

Nuestras mejores armas serán los complementos, en los que podemos darnos algún capricho, ya que ahí no tenemos problema y nos ayudarán a desviar la atención.

Lo mejor es optar por un color bloque (el negro es el que más estiliza) y huir de los estampados. Ni siquiera la divina Cate Blanchett está bien con este Balenciaga.

(mejor dicho, está guapa, pero podría estar mejor).

Y la pose para las fotos es muy importante. Si podemos colocar las manos marcando tripa, mejor, así evitamos que el vestido caiga a lo mesa camilla.


Fotos: People.
PD. En cuanto a lo mío, la cosa va muy bien, ya es visiblemente evidente que estoy embarazada, aunque como no he cogido mucho peso, me encuentro igual de ágil que siempre (es decir, lo justo). Sigo utilizando algunos de mis vaqueros, e incluso, tacones de vez en cuando. Lo que tengo es muchas ganas de verle la carita al niño que no deja de moverse y darme patadas.

Information About Article